
Dale play a Calle Las Heras
Tenía diez años. Unas compañeritas habían organizado una fiesta de disfraces y todo el curso estaba invitado. Quería ir. Anoté bien la dirección y le pedí a mi papá que me llevara en el auto. Llegamos media hora tarde y no tenía puesto ningún disfraz.
Allí me di cuenta de dos cosas: 1)el resto de los invitados sí tenían disfraces.2) El resto de los invitados eran todas chicas. Esto último me inhibió completamente, y decidí no entrar a la casa. Mi viejo ya se había ido, iba a volver por mí en una hora y media o dos.
Pasé veinte minutos fuera de la casa y una de mis compañeritas salió a la calle. "Vamos, Edgardo, entrá". "No tengo ganas", dije. "Bueno, entonces me quedo acá con vos", me dijo.
Se llamaba Eliana Escudero.
4 comentarios:
Edgardo, me gusta ésto.
Por varias razones.
Un beso.
Edgardo querido, espero que ésta vez no me falle dejando relatos por la mitad y cosas por el estilo.
Cuando tenga un tiempito, cuelgue los auriculares por un rato y visíteme, tengo una edición de Atlanta Fulgien que deseo obsequiarle.
Espero ansioso otra historia.
Edgardo querido, espero que esta vez no me falle dejando blogs por la mitad y cosas por el estilo.
¿Me estás hablando a mí?
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