viernes, 10 de julio de 2009

El Mentor del Dolor (parte IV)



It's Time


La terminal de Río Cuarto debería estar en el segundo puesto de terminales más sucias del país. Entre los cientos de rostros sucios y amargados emerge uno que parece ansioso. Camina con prisa, con su mochila gris en uno de sus hombros. Hace horas que nada ingresa a su estómago pero no parece importarle mucho. El frío penetra a los riocuartenses pero a él le está empezando a molestar el abrigo, le resulta excesivo. Se saca el gorro negro, mostrándole al mundo su calva blanca. Se llama Edgardo Lucero, tiene 34 años y una cuenta pendiente.

Lucero siempre odió a la gente a la que le transpiran las palmas de las manos, estrechar manos húmedas es una de las peores sensaciones que uno puede experimentar. Sin embargo, por primera vez en su vida a Edgardo le sudan las manos.

"Estoy a tiempo", piensa, "puedo volver ahora mismo, no hacer el rídículo y conservar mi dignidad". Luego se da cuenta que se está engañando. "Dignidad" es una palabra que dejó de usar hace mucho tiempo y no recuerda bien su significado.
Con un ademán nervioso le hace señas a un taxi que casi no para. El niño que le cierra la puerta recibe una propina de 20 pesos.
El que da una propina de 20 pesos no tiene nada que perder.
Nada.

5 comentarios:

Mauricio De Benedetto dijo...

Mmmmmm
El suspenso me está matando, hermano.

Viene bien; ya tomó forma de novela por entregas; me gusta la violación de la cronología, te pone más nervioso.

Abrazo


(el Gringo, reintegrándose de a poco al ciber-mundo)

Yararán dijo...

me gusta que aparezca Lucero mayor, en otro lugar... el resto lo dije antes.

Nanenko dijo...

creo que si tiene que perder...
20 pesos!!!


Muy bueno el relato, espero ansioso la continuacion del mismo.

Michael Kane dijo...

De Benedetto: Póngase a laburar de una puta vez. Hay tipologías que necesitan un desarrollo urgente.

Yararán: ayer estuve tomando sake con su padre.

Nanenko: pronto vendrá el último capítulo y el epílogo.

Unknown dijo...

Primo Mike:

Espero que Lucero avence de una vez, el relato tenía un gancho increíble pero la última entrada sólo aumento el malestar generalizado por el exceso de intriga.

De Benedetto: Dónde corno anda ud???

Yararán: Pórtese bien!

Nanenko: Veo que me ha hecho caso con el blog, ahora parece que si se la pasa todo el día dibujando, vió?